Tema 6: Las programaciones didácticas vigentes
En el presente tema se han trabajado diversos aspectos relacionados con las programaciones didácticas de ESO, Bachillerato, FP y EOI y se han desarrollado diversas actividades de tipo práctico, las cuales se encuentran detalladas y recogidas en este post. A continuación, comentaré algunos puntos que me gustaría destacar a colación de lo tratado y debatido en clase, principalmente en lo relativo a las EOI.
En primer lugar, me resultó muy interesante dialogar sobre el contexto de las programaciones y de cómo este influye en las mismas. Considero que es un aspecto muy importante que no solemos tener en cuenta (especialmente cuando comenzamos a dar clase) y que debería guiar, ayudarnos a flexibilizar y adaptar nuestra labor docente. Dicho contexto nos proporciona, además, indicaciones sobre las características psicológicas y sociológicas de nuestro alumnado, lo que resulta fundamental, obviamente, para el desarrollo de nuestro trabajo en general. En Bachillerato y secundaria todos estos elementos suelen ser, más o menos, uniformes y estar más equilibrados, pero en la EOI, debido al amplio abanico de alumnos existentes, el número de perfiles psicoevolutivos y, por tanto, de métodos de aprendizaje es muy variado. Así, se suele tender a utilizar una metodología más ecléctica para poder adaptarse a los diversos estilos de aprendizaje.
A colación de este tema, comentamos también que, debido a esta heterogeneidad del alumnado, en la EOI solemos encontrarnos con muchas necesidades educativas especiales, tanto a nivel físico como psíquico, lo que también supone un reto para nuestra labor docente. Además, en este contexto educativo, no se suele contar, en el centro, con orientadores o especialistas que nos puedan ayudar a adaptar nuestras clases de acuerdo con las necesidades concretas de los alumnos, con lo que nuestro trabajo se complica todavía más. Si bien es cierto que sí que existe un equipo de orientación en cada una de las provincias, este suele centrarse más en realizar adaptaciones para las pruebas y no tanto en aquellas que son precisas en nuestro día a día. Así, es una tarea que dependerá más del conocimiento, experiencia, motivación y capacidades que tenga el docente que de cualquier otro factor. Por tal motivo, entiendo que se hace cada vez más necesaria la presencia de orientadores en las EOI, sino de manera permanente, por lo menos, itinerante, con el fin de poder realizar las adaptaciones curriculares pertinentes con la ayuda de un experto y guiar a los profesores en su labor docente ante las posibles situaciones que puedan surgir. Por otro lado, estimo que también es interesante comentar que, en lo que respecta, por ejemplo, a los intérpretes de lengua de signos, ocurre un poco lo mismo. Además, y puesto que, en el caso de la EOI, los estudios impartidos no tienen la consideración de enseñanza obligatoria, es muy poco habitual que se asignen intérpretes a los estudiantes con discapacidad auditiva. Así, suele optarse, normalmente, por eximirlos de las pruebas de expresión y comprensión oral y plasmar este aspecto en el certificado. Si bien entiendo que un intérprete sería de gran ayuda y estoy totalmente a favor de que se impulsen medidas para ello, tendríamos que pensar, entonces, qué tipo de intérprete se necesitaría, ya que, en teoría, no solo tendría que saber lengua de signos española, sino también la del idioma que se estudie (inglés, por ejemplo) e, idealmente, la internacional.
Otro aspecto que me llamó bastante la atención es el de la modificación del currículo de los estudios de la EOI. Lo cierto es que me parece sorprendente, por no decir ilógico, que se apruebe el nuevo decreto en agosto y que se pretenda implantar para el nuevo curso que comienza en septiembre. La verdad es que da la impresión de que los legisladores desconocen por completo el contexto y la realidad en donde se van a aplicar sus leyes, aunque, personalmente, he de decir que esta es una reflexión o hipótesis que, a nivel general y por desgracia, voy confirmando y constando un poco más cada día. También sorprende que dicho decreto sea, básicamente, casi una copia exacta de los mínimos establecidos en el Real Decreto y que no se haya desarrollado demasiado por parte de la Xunta. Se entiende que, por lo tanto, dejan esta responsabilidad en manos del centro, lo que, a su vez, implica una mayor autonomía que, en principio, no tendría que ser negativa. No obstante, el problema surge cuando nos damos cuenta de que, así, es muy posible que las programaciones sean muy diferentes en cada uno de los centros, lo que, obviamente, tiene grandes repercusiones, por ejemplo, a la hora de organizar, planificar y elaborar los exámenes oficiales. Por tal motivo, y con el fin de conseguir cierta uniformidad o, como mínimo, coordinación entre las diversas EOI, la Consellería elaboró una guía curricular para el diseño de las programaciones, que, aunque útil, no es capaz de dar respuesta a las demandas de los centros (que, en realidad, querían un currículo común para toda la comunidad autónoma) ni tampoco cumple del todo con las expectativas esperadas.
En conclusión, tanto las explicaciones teóricas de este tema como las actividades desarrolladas en clase me han sido de gran ayuda para comprender e interiorizar mejor el concepto de programación didáctica y sus diversos componentes. Asimismo, me han ayudado a completar la información acerca de las programaciones de las EOI gracias, especialmente, a la mencionada guía. Por otro lado, han servido para abrir debates interesantes, como la necesidad de contar con orientadores e intérpretes en las EOI o el reciente cambio del currículo de estos estudios que ha tenido lugar en Galicia, que, personalmente, me parecen muy productivos y útiles, así como aplicables en nuestra (futura) práctica profesional.
En primer lugar, me resultó muy interesante dialogar sobre el contexto de las programaciones y de cómo este influye en las mismas. Considero que es un aspecto muy importante que no solemos tener en cuenta (especialmente cuando comenzamos a dar clase) y que debería guiar, ayudarnos a flexibilizar y adaptar nuestra labor docente. Dicho contexto nos proporciona, además, indicaciones sobre las características psicológicas y sociológicas de nuestro alumnado, lo que resulta fundamental, obviamente, para el desarrollo de nuestro trabajo en general. En Bachillerato y secundaria todos estos elementos suelen ser, más o menos, uniformes y estar más equilibrados, pero en la EOI, debido al amplio abanico de alumnos existentes, el número de perfiles psicoevolutivos y, por tanto, de métodos de aprendizaje es muy variado. Así, se suele tender a utilizar una metodología más ecléctica para poder adaptarse a los diversos estilos de aprendizaje.
A colación de este tema, comentamos también que, debido a esta heterogeneidad del alumnado, en la EOI solemos encontrarnos con muchas necesidades educativas especiales, tanto a nivel físico como psíquico, lo que también supone un reto para nuestra labor docente. Además, en este contexto educativo, no se suele contar, en el centro, con orientadores o especialistas que nos puedan ayudar a adaptar nuestras clases de acuerdo con las necesidades concretas de los alumnos, con lo que nuestro trabajo se complica todavía más. Si bien es cierto que sí que existe un equipo de orientación en cada una de las provincias, este suele centrarse más en realizar adaptaciones para las pruebas y no tanto en aquellas que son precisas en nuestro día a día. Así, es una tarea que dependerá más del conocimiento, experiencia, motivación y capacidades que tenga el docente que de cualquier otro factor. Por tal motivo, entiendo que se hace cada vez más necesaria la presencia de orientadores en las EOI, sino de manera permanente, por lo menos, itinerante, con el fin de poder realizar las adaptaciones curriculares pertinentes con la ayuda de un experto y guiar a los profesores en su labor docente ante las posibles situaciones que puedan surgir. Por otro lado, estimo que también es interesante comentar que, en lo que respecta, por ejemplo, a los intérpretes de lengua de signos, ocurre un poco lo mismo. Además, y puesto que, en el caso de la EOI, los estudios impartidos no tienen la consideración de enseñanza obligatoria, es muy poco habitual que se asignen intérpretes a los estudiantes con discapacidad auditiva. Así, suele optarse, normalmente, por eximirlos de las pruebas de expresión y comprensión oral y plasmar este aspecto en el certificado. Si bien entiendo que un intérprete sería de gran ayuda y estoy totalmente a favor de que se impulsen medidas para ello, tendríamos que pensar, entonces, qué tipo de intérprete se necesitaría, ya que, en teoría, no solo tendría que saber lengua de signos española, sino también la del idioma que se estudie (inglés, por ejemplo) e, idealmente, la internacional.
Otro aspecto que me llamó bastante la atención es el de la modificación del currículo de los estudios de la EOI. Lo cierto es que me parece sorprendente, por no decir ilógico, que se apruebe el nuevo decreto en agosto y que se pretenda implantar para el nuevo curso que comienza en septiembre. La verdad es que da la impresión de que los legisladores desconocen por completo el contexto y la realidad en donde se van a aplicar sus leyes, aunque, personalmente, he de decir que esta es una reflexión o hipótesis que, a nivel general y por desgracia, voy confirmando y constando un poco más cada día. También sorprende que dicho decreto sea, básicamente, casi una copia exacta de los mínimos establecidos en el Real Decreto y que no se haya desarrollado demasiado por parte de la Xunta. Se entiende que, por lo tanto, dejan esta responsabilidad en manos del centro, lo que, a su vez, implica una mayor autonomía que, en principio, no tendría que ser negativa. No obstante, el problema surge cuando nos damos cuenta de que, así, es muy posible que las programaciones sean muy diferentes en cada uno de los centros, lo que, obviamente, tiene grandes repercusiones, por ejemplo, a la hora de organizar, planificar y elaborar los exámenes oficiales. Por tal motivo, y con el fin de conseguir cierta uniformidad o, como mínimo, coordinación entre las diversas EOI, la Consellería elaboró una guía curricular para el diseño de las programaciones, que, aunque útil, no es capaz de dar respuesta a las demandas de los centros (que, en realidad, querían un currículo común para toda la comunidad autónoma) ni tampoco cumple del todo con las expectativas esperadas.
Índice de la guía para la elaboracíón de programaciones de EOI |
En conclusión, tanto las explicaciones teóricas de este tema como las actividades desarrolladas en clase me han sido de gran ayuda para comprender e interiorizar mejor el concepto de programación didáctica y sus diversos componentes. Asimismo, me han ayudado a completar la información acerca de las programaciones de las EOI gracias, especialmente, a la mencionada guía. Por otro lado, han servido para abrir debates interesantes, como la necesidad de contar con orientadores e intérpretes en las EOI o el reciente cambio del currículo de estos estudios que ha tenido lugar en Galicia, que, personalmente, me parecen muy productivos y útiles, así como aplicables en nuestra (futura) práctica profesional.
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